Porque «todo mortal es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo; la hierba se seca y la flor se cae... (1Pe 1:24)
Comprender que necesito darme un tiempo para dedicarselo a Dios
Esta es la opinion de Dios contra los argumentos de no tener tiempo...
Tenemos tiempo para comer
Jesús le respondió: —Escrito está: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."(Mt 4:4)
Tenemos tiempo para trabajar
¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes. Entonces les contó esta parábola:
El terreno de un hombre rico le produjo una buena cosecha. Así que se puso a pensar: "¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha." Por fin dijo: "Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes. Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida." Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la *vida. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?" (Lc 12:15-20)
Y tiempo para otros asuntos
Cristo contó esta parábola que describe como el hombre falla en cuanto a Dios por las ocupaciones de la vida...
Jesús le contestó:
—Cierto hombre preparó un gran banquete e invitó a muchas personas. A la hora del banquete mandó a su siervo a decirles a los invitados: "Vengan, porque ya todo está listo." Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. El primero le dijo: "Acabo de comprar un terreno y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes." Otro dijo: "Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas. Te ruego que me disculpes." Otro alegó: "Acabo de casarme y por eso no puedo ir." Les digo que ninguno de aquellos invitados disfrutará de mi banquete." (Lc 14:16-20)
Conclusión:
El tiempo invertido en las cosas eternas determinará el destino de tu vida.
¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo? (Lucas 9:25)