Jesús se puso de pie y exclamó:
—¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! (Juan 7:37)
Comprender que las palabras de Cristo son muy diferentes a lo que dice la Religión...
"Sígueme"
Cristo nunca apuntó hacia una religión, ni siquiera al Judaísmo, que era la religión oficial de su tiempo. Mas bien decía...
- Vengan a mí
todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré
descanso (Mateo 11:28)
- ...el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. (Juan 4:14)
- Yo soy el
pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí
viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá
a tener sed. (Juan 6:35)
- Yo soy la
luz del mundo. El que me sigue no andará
en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12)
- Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos.10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. (Juan 10:9-10)
Pregúntate lo sigiente...
En las invitaciones de Cristo:
¿por qué siempre señalaba a si mismo,
y no a otro, o quizá una religión?
La razón es que nadie más puede salvar. Él es el
Salvador -- dio su vida por nosotros, resucitó, y ahora intercede
por
nosotros.
Cristo no defrauda al que se le acerca (Romanos 10:11). No queda mas aceptar su invitación.
Jesucristo