El Bautismo
Y ahora, ¿qué esperas? Levántate,
bautízate y lávate de tus pecados, invocando su
nombre." (Hechos 22:16)
El Bautismo Simboliza Tres
Cosas:
- Revestirnos con Cristo
(Gálatas
3:27)
- Enterrarnos y Resucitarnos en
Vida Nueva (Colosenses
2:12)
- Lavarse de los Pecados
(Hechos 22:16
)
¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos
bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos
bautizados para participar en su muerte?4 Por tanto, mediante el
bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de
que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre,
también nosotros llevemos una vida nueva. (Romanos
6:3-4)
El cambio de vida que representa el
bautismo - (Efesios 2:1-6, 12-13; 4:21-24; 5:8; Romanos
5:6,8,10)
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una
nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo
nuevo! (2Corintios
5:17)
¿Quién se puede
bautizar?
Cristo mandó a sus
discípulos a bautizar a aquellos que aceptaban el mensaje
del evangelio (Mateo 19-20). Los primeros cristianos siguieron
este mandato, como podemos ver...
Entonces Felipe,
comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura, le anunció
las buenas nuevas acerca de Jesús.36
Mientras iban por el camino, llegaron a un
lugar donde había agua, y dijo el eunuco:
—Mire
usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea
bautizado? (Hechos 8:35-36)
Ejemplos - Los Bautismos de los
Primeros Creyentes en Hechos
- LOS PRIMEROS
CREYENTES HECH 2:38, 41 - Arrepiéntase y bautícese
cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón
de sus pecados —les contestó Pedro—, y
recibirán el don del Espíritu Santo.
41 Así, pues, los
que recibieron su
mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la
iglesia unas tres mil personas.
- LOS HERMANOS DE SAMARIA 8:12 – Pero cuando
creyeron a Felipe, que les anunciaba las buenas nuevas del
reino de Dios y el nombre de Jesucristo, tanto hombres como mujeres
se bautizaron.
- EL EUNUCO
8:36-38 – Mientras iban por el camino, llegaron a un
lugar donde había agua, y dijo el eunuco: —Mire
usted, aquí hay agua. ¿Qué
impide que yo
sea
bautizado? 38 Entonces mandó parar el
carro,
y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó.
- PABLO 9:18 – Al instante cayó de los ojos
de Saulo algo como escamas, y recobró la vista. Se levantó y fue
bautizado;
- EL GUARDIA 16:33 – A esas horas de la noche, el
carcelero se los llevó y les lavó las heridas; en
seguida fueron
bautizados él y toda su familia.
- LOS CORINTIOS 18:8 – Crispo, el jefe de la
sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia. También
creyeron y fueron bautizados muchos de los corintios que
oyeron a Pablo.
Dos Advertencias
- Debe bautizarse “dignamente”, así como
se
toma de la Santa Cena (1Corintios
11:27)
- No nos bautizamos en el nombre de seres humanos (1Corintios
1:13-17)
Dos Compromisos
- Con Dios (Romanos 6:13) -
No ofrezcan los miembros de
su
cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse
más
bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la
vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de
justicia.
- Con la Iglesia (1Corintios
12:12-13) - De hecho,
aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros, y todos los
miembros, no obstante ser muchos, forman
un solo cuerpo. Así
sucede con Cristo.13 Todos
fuimos bautizados por un
solo
Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles,
esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un
mismo Espíritu.
El cambio de vida
Antes
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Ahora
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Efesios 2:1-6 En otro tiempo ustedes estaban muertos en
sus transgresiones y pecados,2 en los cuales andaban conforme a
los poderes de este mundo.
Se conducían según el que gobierna las
tinieblas, según el espíritu que ahora
ejerce su poder en los que viven en la desobediencia.3 En ese
tiempo también
todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados
por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia
voluntad y nuestros propósitos. Como los demás,
éramos por naturaleza objeto de la ira de
Dios.
|
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por
nosotros,5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos
muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!6
Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y
nos hizo sentar con él en las regiones celestiales,
|
Efesios 2:12-
13 recuerden que en ese entonces ustedes estaban
separados de Cristo,
excluidos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos
de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo.
|
13 Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes
estaban lejos,
Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo.
|
Efesios 4:22-24 Con respecto a
la vida que antes llevaban, se les enseñó
que
debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza,
la cual está corrompida por los deseos engañosos;23 ser
renovados en la actitud de su mente;24 y ponerse
el ropaje de la nueva naturaleza, creada a
imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad
|
Efesios 5:8 Porque ustedes
antes eran oscuridad,
|
pero
ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de
luz
|
Tres cosas que
“éramos”
-
Romanos 5:10 Porque si, cuando
éramos
enemigos de Dios,
fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo,
¡con cuánta más razón, habiendo sido
reconciliados, seremos salvados por su vida!
Entendiendo la lucha para decidir
bautizarse
Eliseo sana a Naamán - (2Reyes
5:1-14)
1 Naamán, jefe del
ejército del rey de Siria,
era un hombre de mucho prestigio y gozaba del favor de su
rey porque, por medio de él, el Señor le había
dado victorias a su país. Era un soldado valiente, pero
estaba
enfermo de lepra. 2 En cierta ocasión los
sirios, que salían a merodear,
capturaron a una muchacha israelita y la hicieron
criada de la
esposa de Naamán. 3 Un día la muchacha le dijo a su
ama: «Ojalá
el amo fuera a
ver al profeta que hay en Samaria, porque él lo sanaría
de su lepra.» 4 Naamán fue a contarle al rey lo
que la muchacha israelita había dicho. 5 El rey de Siria le
respondió: Bien, puedes ir; yo le mandaré una carta al
rey de Israel. Y así Naamán se fue, llevando treinta
mil monedas de plata, seis mil monedas de oro y diez mudas de
ropa. 6 La carta que le llevó al rey de Israel decía:
«Cuando te llegue esta carta, verás que el portador es
Naamán, uno de mis oficiales. Te lo envío para
que
lo sanes de su lepra.» 7 Al leer la carta, el rey de
Israel se rasgó las vestiduras y exclamó:
«¿Y
acaso soy Dios, capaz de dar vida o muerte, para que ese tipo me
pida sanar a un leproso? ¡Fíjense bien que me está
buscando pleito!» 8 Cuando Eliseo, hombre de Dios, se
enteró de que el rey de Israel se había
rasgado las vestiduras, le envió este mensaje:
«¿Por qué está Su Majestad tan molesto?
¡Mándeme
usted a ese
hombre, para que sepa que hay profeta en Israel!» 9
Así que Naamán, con sus caballos y sus carros, fue a la
casa de Eliseo y se detuvo ante la puerta.
10 Entonces Eliseo envió un
mensajero a que le dijera:
«
Ve y zambúllete siete veces en el río Jordán;
así tu piel sanará, y quedarás
limpio.» 11 Naamán
se enfureció y se fue, quejándose:
«¡Yo
creí que el profeta saldría a recibirme
personalmente para invocar el nombre del Señor su Dios, y
que con un movimiento de la mano me sanaría de la lepra! 12
¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Farfar,
no son mejores que toda el agua de Israel? ¿Acaso no
podría zambullirme en ellos y quedar limpio?»
Furioso,
dio media vuelta y se marchó. 13 Entonces
sus
criados se le acercaron para aconsejarle:
«Señor, si el profeta le hubiera mandado hacer algo
complicado, ¿usted no le habría hecho caso? ¡Con
más razón si lo único que le dice a usted es que
se zambulla, y así quedará limpio!» 14 Así
que Naamán bajó al Jordán y se sumergió
siete
veces,
según se lo había ordenado el hombre de Dios. ¡Y
su piel se volvió como la de un niño, y quedó
limpio!